EL HADA DE LOS INCAS
Rodeado de científicos, Mayta Kosko fue colocado al centro de un auditorio, mientras que lo Sometían a severos interrogatorios. Lamentaron que desconociera los cuentos infantiles; pero .el, príncipe, subiéndose a un pupitre, los emplazo, recriminándolos por invadir su Imperio y mofarse de sus ancestrales costumbres.
«Mi maestro es el amauta -les dijo- y si los niños tienen aquí a sus hadas, en nuestro Imperio el espíritu de Mama Ocllo es el que siempre nos cuida».
Los europeos se miraron absortos. «Y hoy mismo me ha hablado en sueños –añadió aconsejándome que los conduzca al Palacio del oro, si a cambio me devuelven la libertad».
Los científicos, victoriosos, avisaron a los reyes., quienes ordenaron la inmediata travesía. Ya en el Perú, Mayta Kosko guió a los europeos, internándolos en la espesura de la selva, lugar propicio para burlarlos; refugiándose él en Machu Picchu, donde jamás lo encontrarían.
Desde lo alto, el heredero Inca vio cómo los invasores se alejaban sin haber conquistado el ambicionado Palacio.
FIN
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